Artículo publicado en El Comercio, Lunes 16 de marzo de 2009
Por Eduardo Zegarra
El presidente Alan García ha propuesto a Edmundo Beteta como contralor. Personalmente no simpatizo con el presidente García, pero creo que su propuesta en este caso es acertada y ecuánime. Conozco a Edmundo Beteta desde hace más de 20 años, estudiamos juntos en la Universidad Católica, coincidimos un corto período de trabajo en Apoyo, hemos seguido en contacto desde cuando se fue a Chile, donde estudió una exigente maestría en Economía, y ejerció la docencia y el trabajo de consultoría para el sector público con enorme éxito en el competitivo mercado chileno.
La oposición puede tener algo de razón al exigirle al presidente que cumpla con su promesa electoral de nombrar a alguien propuesto por ella. Sin embargo, dicha promesa no era la mejor opción para los peruanos. No necesitamos un contralor que tenga vínculos políticos con algún partido que pueda ejercer el poder en el 2011, incluyendo el partido de gobierno. En este aspecto Edmundo Beteta es una persona adecuada, no tiene vínculos políticos con ningún partido y su personalidad ha sido siempre la de una persona de criterio independiente al tomar decisiones. Uno de mis recuerdos más nítidos de Edmundo es cuando ejerció el cargo de fiscal de letras, en el que supo ejercer con objetividad y la necesaria neutralidad una responsabilidad siempre difícil en época de elecciones. Hoy la contraloría necesita a alguien así.
Se ha dicho equivocadamente que Edmundo Beteta es “amigo” del ministro Luis Carranza. El propio ministro se ha encargado de desmentirlo y en mi caso también confirmo lo dicho. Los tres estudiamos en la misma época y en la facultad Edmundo estuvo siempre más cerca de nuestro grupo más progresista de estudiantes de Economía, donde fuimos ambos miembros del centro federado y luego Edmundo fue presidente de este gremio de estudiantes en la facultad. No hubo nunca mucha cercanía entre las ideas económicas de Edmundo Beteta y Luis Carranza, ni parece haberla ahora.
La comisión del Congreso que debe evaluar la candidatura de Edmundo Beteta a la contraloría tiene todo el derecho de pedir y obtener toda la información necesaria sobre el candidato. En la práctica, la mayor parte son formalidades por ser absueltas rápidamente. Sin embargo, es claro que los congresistas no llegarán a conocer a la persona en tan pocos días. Al respecto, mi aporte para aquellos congresistas de buena fe es simple y sencillo. Beteta es un buen candidato a contralor, precisamente porque es y será absolutamente independiente. Con él como contralor, estoy seguro de que se harán cumplir con firmeza las leyes y se modernizará una institución crucial para que nuestro Estado funcione mejor. Tanto oficialistas como opositores deberían apoyar una candidatura que en este caso no tiene “cercanías” de ningún tipo con nuestra clase política y que puede ser una parte de la solución para la urgente reforma del Estado Peruano en los próximos años.
La oposición puede tener algo de razón al exigirle al presidente que cumpla con su promesa electoral de nombrar a alguien propuesto por ella. Sin embargo, dicha promesa no era la mejor opción para los peruanos. No necesitamos un contralor que tenga vínculos políticos con algún partido que pueda ejercer el poder en el 2011, incluyendo el partido de gobierno. En este aspecto Edmundo Beteta es una persona adecuada, no tiene vínculos políticos con ningún partido y su personalidad ha sido siempre la de una persona de criterio independiente al tomar decisiones. Uno de mis recuerdos más nítidos de Edmundo es cuando ejerció el cargo de fiscal de letras, en el que supo ejercer con objetividad y la necesaria neutralidad una responsabilidad siempre difícil en época de elecciones. Hoy la contraloría necesita a alguien así.
Se ha dicho equivocadamente que Edmundo Beteta es “amigo” del ministro Luis Carranza. El propio ministro se ha encargado de desmentirlo y en mi caso también confirmo lo dicho. Los tres estudiamos en la misma época y en la facultad Edmundo estuvo siempre más cerca de nuestro grupo más progresista de estudiantes de Economía, donde fuimos ambos miembros del centro federado y luego Edmundo fue presidente de este gremio de estudiantes en la facultad. No hubo nunca mucha cercanía entre las ideas económicas de Edmundo Beteta y Luis Carranza, ni parece haberla ahora.
La comisión del Congreso que debe evaluar la candidatura de Edmundo Beteta a la contraloría tiene todo el derecho de pedir y obtener toda la información necesaria sobre el candidato. En la práctica, la mayor parte son formalidades por ser absueltas rápidamente. Sin embargo, es claro que los congresistas no llegarán a conocer a la persona en tan pocos días. Al respecto, mi aporte para aquellos congresistas de buena fe es simple y sencillo. Beteta es un buen candidato a contralor, precisamente porque es y será absolutamente independiente. Con él como contralor, estoy seguro de que se harán cumplir con firmeza las leyes y se modernizará una institución crucial para que nuestro Estado funcione mejor. Tanto oficialistas como opositores deberían apoyar una candidatura que en este caso no tiene “cercanías” de ningún tipo con nuestra clase política y que puede ser una parte de la solución para la urgente reforma del Estado Peruano en los próximos años.
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