Deslindes: descompensando al agro peruano

Artículo publicado en La República, Jueves 17 de enero de 2008

Por Eduardo Zegarra


El ministro de Agricultura, Ing. Ismael Benavides, viene señalando su particular punto de vista sobre el tema de las compensaciones al agro peruano por la firma del TLC. De acuerdo a su lógica, otorgar compensaciones agrícolas pondría en evidencia que se hizo una mala negociación en el TLC, y esto en su opinión no ha ocurrido. Igualmente, sugiere que la actual alza internacional de los precios del maíz y el trigo no justificaría otorgar compensaciones agrícolas por el TLC. Finalmente, ha soltado la interesante idea de que frente al TLC no hay "productos", sino "productores" sensibles. Veamos en detalle cada uno de estos argumentos.

El primer tema se refiere a si, efectivamente, el Perú hizo o no una buena negociación en el capítulo agrícola. Lo cierto es que el Perú prácticamente no logró nada en su negociación de la parte agrícola dentro del TLC. Nos hicieron cruzar todas las supuestas "líneas rojas" declaradas pomposamente por el régimen de Toledo. Perdimos el mecanismo de protección de la franja de precios para el maíz, azúcar, lácteos y arroz. Aceptamos desgravaciones inmediatas en algodón, trigo y la mayor parte de productos que importamos. Aceptamos una cuota de importación de maíz enorme, que equivale a la inmediata desgravación de este producto. No hubo prácticamente ningún logro sustantivo en la negociación agrícola frente a un país como Estados Unidos, que subsidia en forma masiva a sus productores agropecuarios. Si el ministro Benavides piensa que esta fue una buena negociación, por lo menos debería definir con claridad qué entiende por semejante cosa.

El segundo argumento entraría ya casi en el terreno de promesa incumplida adicional del Gobierno frente a nuestros productores agrarios. La compensación agrícola frente al TLC se relaciona con la desgravación que hemos aceptado en la negociación, es decir, que los alimentos que importamos de Estados Unidos y que tienen algún arancel lo dejarán de pagar al momento de entrada en vigencia del tratado. Esto abarata esos productos y genera un impacto negativo en los ingresos de los productores, que es lo que se quiere compensar. En tal sentido, la compensación está atada a la eliminación del arancel y no a los precios de los productos en algún momento del tiempo, sean estos altos o bajos. Por esto, la actual subida de precios del trigo y el maíz no tiene por qué cambiar el concepto de la compensación. Si el ministro Benavides quiere olvidarse de la obligación asumida por el Gobierno de compensar por el efecto de desgravación del TLC, debería pensar en algún otro argumento más sólido.

Finalmente, es interesante la idea de que no hay productos sensibles sino productores sensibles. En mi opinión, esta idea es acertada, aunque no estoy seguro sobre si el ministro entiende en su plenitud sus implicancias. Por ejemplo, en estudios de Escobal y Ponce, de GRADE, sobre el efecto del TLC en la población rural, la más sensible, se encuentran efectos adversos que superan en más de cinco veces las compensaciones por US$ 30 millones anuales que definió el Gobierno de Toledo (y que ahora el ministro pretende desconocer). Si se acepta a cabalidad la idea de que hay productores sensibles, el marco en el cual hay que pensar la política de compensación y reconversión del agro frente al TLC adquiere una verdadera dimensión nacional y territorial, involucrando a cientos de miles de productores en costa, sierra y selva.

El esfuerzo y las políticas necesarias para mejorar la competitividad de estos sectores debería ser tarea central del Gobierno. Para esto se requiere, por lo menos, unos US$ 200 millones de dólares anuales en un programa masivo de apoyo al agro para evitar profundizar las desigualdades que trae el TLC. Así, la idea de que hay "productores sensibles" frente al TLC debería ser llevada a su real dimensión por el ministro Benavides y concretarse en políticas específicas y presupuestadas para ellos. Veremos si ocurre.


Share/Save/Bookmark

Leer más......

García sugiere que las municipalidades sean las que distribuyan los alimentos.


Artículo completo publicado en El Comercio, Sábado 12 de abril de 2008


PUNTO DE VISTA: Por un reparto más técnico

Lorena Alcázar, Economista de Grade

El reparto de canastas con alimentos no es lo ideal si el objetivo es aliviar las necesidades de los más pobres. Debió hacerse un diseño más técnico. Por ejemplo, pudo haberse pensado en la entrega directa de dinero en efectivo.

Pero dado que la decisión del Gobierno es repartir alimentos, la forma como la están haciendo es un retroceso que contrasta con los programas Juntos y Crecer, que son más técnicos y con mayor impacto que este programa piloto. Esta parece una forma antigua de hacer las cosas.

El reparto de alimentos se ha iniciado identificando las manzanas más pobres de los asentamientos humanos, pero el problema es que en la manzana contigua pueden haber, por ejemplo, tres familias pobres, y estas no van a recibir el subsidio.

¿Por qué no han aprovechado la oportunidad para usar el Seguro Integral de Salud (SIS)? El SIS identifica a los pobres extremos con nombre, apellido y dirección.

Si no se podía usar el registro del SIS, debieron recurrir a los programas de asistencia alimentaria ya existentes, como los comedores populares. Es cierto que los comedores tienen problemas de focalización, pero es lo que se tiene.

Finalmente, como se ha iniciado este programa evidencia las debilidades del Gobierno para atender las emergencias, hecho que quedó claro con la improvisada reacción ante el terremoto del 15 de agosto.


Share/Save/Bookmark

Leer más......

La errática estadística avícola


Artículo publicado en El Comercio, Miércoles 27 de febrero de 2008

Por Eduardo Zegarra


La producción de pollo representa actualmente el 22% del PBI agropecuario. Alteraciones a las cifras de este sector pueden tener efectos significativos en el crecimiento agrario y en el PBI global.

Por ende, la controversial propuesta del Ministerio de Agricultura (Minag) de cambiar las cifras de producción de pollo para el período 2001-2006 debe ser evaluada con mucho cuidado.

Al respecto, lo primero a señalar es que el cambio propuesto por el Minag genera una impresionante reducción de la producción de pollo en el período 2001-2006 de por lo menos 30%, período que corresponde a la gestión del presidente Alejandro Toledo (el Minag no plantea ajustes para antes de dicho período). De acuerdo con las cifras presentadas, la producción de pollos en el período 2001-2006 habría tenido en promedio una caída de -0,3%, en lugar del crecimiento de 4,5% que tenía la cifra oficial previa. Es más, el ajuste propuesto llevaría a la poco creíble conclusión de que los peruanos consumimos ahora menos pollo por persona que en el 2000, y que en el 2007 tendríamos un consumo per cápita similar al de hace una década.

Pero los problemas no terminan allí. Dado el peso del sector avícola en el PBI agropecuario, el mencionado cambio 'hacia atrás' del Minag significaría que el sector agropecuario en su conjunto no habría crecido a un promedio de 3,1% en el período 2001-2006, sino solamente 2,2%; es decir, un punto porcentual menos de crecimiento anual durante todo el período del ex presidente Toledo.

Esto, a su vez, llevaría a una reducción en el crecimiento global obtenido por la economía peruana durante dicho período. Es evidente que dicho cambio, si es hecho y aceptado por las autoridades estadísticas, generaría graves sospechas de que el gobierno actual estaría buscando generar, vía artificios numéricos, una imagen de mayor crecimiento a costa de un supuesto menor dinamismo económico en el gobierno anterior.

A todas luces, el ajuste retroactivo que vienen intentando sustentar los funcionarios del Minag no tiene mayor sentido y es muy peligroso para la ya mellada credibilidad del sistema estadístico nacional. Al respecto, el INEI debería aclarar inmediatamente si avala los cambios propuestos por el Minag, así como el BCR y el MEF deberían indagar si estos cambios tienen el debido sustento técnico.

Según el Minag, la supuesta nueva 'metodología' que estaría a la base de los cambios tendría el aval de la Asociación Peruana de Avicultura (APA). Convendría que este gremio también se pronuncie públicamente ante esta abierta declaración de una entidad pública sobre su supuesto rol en la validación de las estadísticas sectoriales.

Sin un sistema de estadísticas agrarias creíble y manejado con solvencia técnica va a ser difícil que el ministro Ismael Benavides consiga modernizar un sector que a todas luces sigue siendo fuertemente discriminado en las políticas públicas. Hace poco se anunció un nuevo sistema de información en línea para que los agricultores peruanos puedan bajar información en sus teléfonos celulares. Si la información que les va a llegar tiene la misma calidad que los actuales datos avícolas, el sistema difícilmente tendrá algún valor para nuestros agricultores. La gravedad de lo que viene ocurriendo amerita medidas rápidas y concretas para recuperar la credibilidad en nuestras estadísticas agrarias y nacionales.


Share/Save/Bookmark

Leer más......